La corriente
continua, como su nombre lo indica es constante.
Un ejemplo
típico es la pila o batería. Tiene un polo positivo y uno negativo, y la
corriente va del negativo al positivo siempre.
Pero el
cambio no es instantáneo, entre un cambio y el otro hay un pequeño momento en
el que no hay corriente, o sea, el voltaje es cero. Luego crece de cero hasta
220, o lo que sea el voltaje de la línea, luego decrece de 200 a 0 para luego
volver a crecer pero con la polaridad cambiada o alternada, etc.
Al
cerrar el circuito eléctrico, la corriente entra al electroimán (barra de hierro envuelta por alambre de
cobre) generándose un polo norte y un polo sur en el mismo.
Como
los polos de igual nombre se rechazan, y los de diferentes nombres o polaridad
se atraen, el polo norte del electroimán es atraído por el polo S del imán
y rechazado por el polo N del mismo. Estas fuerzas de repulsión y atracción
produce el medio giro del electroimán, transformando la energía eléctrica en mecánica
(movimiento).
Si
recordamos, el sentido de la corriente alterna, cada vez que la misma cambia de
polaridad, se produce un medio giro del electroimán. Como esto sucede 50 veces
por segundo, se puede decir que el movimiento es constante, mientras se
proporciones corriente a la bobina del mismo.